viernes, 6 de diciembre de 2013

DESARROLLO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN LATINOAMÉRICA

1.- INTRODUCCIÓN
En el periodo 2001-2010, la región latinoamericana alcanzo un crecimiento económico anual promedio de aproximadamente un 4,5%[1]. La CEPAL prevé que para el 2013 la región tendrá un crecimiento económico promedio de 3%[2]. El crecimiento económico de los países lleva asociado el incremento en la demanda energética en la mayoría de sus formas, incluyendo la electricidad.
Un gran desafío para la región es lograr un desarrollo sostenible, combinando crecimiento económico, seguridad energética, bienestar de las personas y cuidado por el medio ambiente. La seguridad energética se está volviendo un tema crucial en las agendas de políticas internas y externas debido al cambio climático, la contaminación del aire en las grandes ciudades y a la fluctuación de los precios del petróleo que impacta principalmente a los países en vías de desarrollo[3]. Las energías renovables (ER) juegan un papel importante en este cometido ya que pueden reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en la generación de electricidad, en la disminución de la contaminación del aire en ambientes urbanos, ya que ésta es primordialmente el resultado de la quema de combustibles fósiles, tanto en el sector transporte, como la generación de energía[4]. Del mismo modo, las energías renovables reducen también la dependencia de combustibles importados. Debido a ello, varios países de la región, particularmente en América del Sur, han puesto en marcha programas para fomentar el uso de energías renovables no convencionales en la producción de electricidad.
2.- PROGRAMAS DE INCENTIVOS A LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN LA REGIÓN.
Debido a la gran cantidad de naciones que conforman la región latinoamericana, vamos a centrarnos en los tres países más dinámicos en la implementación de políticas y marcos regulatorios para fomentar el uso de energías renovables en la zona: Méjico, Brasil y Chile.
Uno de los países más activos en la puesta en marcha de iniciativas impulsoras del desarrollo de la puesta en operación de instalaciones de energías renovables es Méjico.
El Marco Legal en Méjico ofrece una gran variedad de posibilidades para el uso de fuentes renovables de energía en el sector privado para la generación de energía eléctrica. Esto es posible, principalmente, por la reforma de Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) publicada en 1992 la cual permite la participación del sector privado en la generación de energía eléctrica para el autoconsumo y/o su venta a terceros. Adicionalmente se publicó en 2008 la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE) que establece un marco específico y más favorable para dichos fuentes de energía.
“La Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos” (Biocombustibles), publicada el 1 de febrero de 2008, hace evidente que en México el tema de los biocombustibles es relevante en función del gran potencial para su desarrollo. Actualmente, la biomasa se está utilizando para producir y aprovechar el biogás, y en algunas regiones del país se están desarrollando mercados locales de biodiesel.
Méjico es uno de los países del mundo con las condiciones más atractivas para las instalaciones fotovoltaicas, con niveles de radiación entre 1700 y 2200 kWh/m2 y año. No obstante, el mercado fotovoltaico mexicano se encuentra todavía en una fase embrionaria de desarrollo, con unos 50 MW instalados en todo el país. Esta situación va a cambiar en el corto plazo con un crecimiento repentino de la capacidad fotovoltaica instalada. A finales de 2012, más de 130 MW ya habían conseguido su licencia de generación y a lo largo del período 2013-2014 entrarán en operación, como muestra la conclusión de la planta más grande de Latinoamérica denominada Aura Solar I de 30 MW, y en funcionamiento desde principios de Septiembre de 2013. En el mediano plazo, las perspectivas son aún más optimistas: por ejemplo, la EPIA (European Photovoltaic Industry Association) estima que el mercado fotovoltaico mejicano podría llegar al menos a 1 GW en los próximos cinco años, sobre todo si se aprueba la reforma energética que se está debatiendo en el país y que dará entrada al sector privado en la generación.
El potencial eólico del país no ha sido evaluado de manera exhaustiva. Se han realizado, sin embargo, evaluaciones del recurso en regiones específicas. En particular el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de los Estados Unidos ha coordinado la realización de mapas eólicos para Oaxaca, Baja California Sur, las costas de Yucatán y de Quintana Roo y las franjas fronterizas de los estados de Baja California, Sonora y Chihuahua.
En la actualidad existen en Méjico alrededor de 1.500MW de potencia eólica instalada[5], centrada prácticamente toda en la zona de Oaxaca, zona altamente privilegiada con densidades de potencia del viento a 80 m. de altura[6] superiores a 800W/m2.
En 1996 Brasil inicio un proceso de reestructuración del sector eléctrico el cual resaltó la necesidad de dividir los segmentos de generación, transmisión y distribución de electricidad como así también incentivar la competencia en los segmentos de generación y comercialización, y mantener bajo reglamentación del Estado a los sectores de distribución y transmisión de energía eléctrica por ser considerados como monopolios naturales. Este proceso llevó a la creación de un órgano regulador (Agencia Nacional de Energía Eléctrica – ANEEL), de un operador para el sistema eléctrico nacional (Operador Nacional del Sistema Eléctrico – ONS) y una plataforma para la realización de las transacciones de compra-venta de energía eléctrica (Mercado Mayorista de Energía Eléctrica – MAE).
El Programa de Incentivo a Fuentes Alternativas de Energía (PROINFA) fue puesto en marcha en el 2002 para promover la generación de electricidad a base de fuentes renovables en Brasil. El programa fue creado por la Ley 10.438/02 y revisado por la Ley 10.762/03 y Ley 11.075/04, depende del Ministerio de Energía y Minas, con el objetivo de fomentar la instalación de 3300 MW de fuentes renovables cuya producción será entregada al Sistema Interconectado Nacional. La meta era llegar a cubrir el 6% de la generación eléctrica de fuentes renovables (excluyendo grandes hidroeléctricas) para el año 2006, y el 10% en un plazo de 20 años.
Un factor importante a destacar para el despegue de las ER en Brasil, es el apoyo que el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) brindó a este programa para financiar los proyectos. Bajo este marco, el BNDES se encarga de apoyar, con una línea especial de crédito, a los proyectos de inversión que persigan este fin, financiando hasta el 70% de los mismos.
Por su parte, los inversores deberán garantizar la financiación de, al menos, un 30% del capital propio. Las condiciones de financiación consisten en una tasa de interés a largo plazo, más un 2% de del coste de la operación de colocación de la deuda y 1.5% por la prima de riesgo país; una carencia de repago de hasta 6 meses después de iniciada la operación comercial; amortización por 10 años y el no pago de intereses durante la construcción de la planta. El BNDES dispuso de un monto de 6 mil millones de reales para el apoyo financiero del PROINFA, y en 2006 amplió la financiación al 80% amortizable en 12 años.
Por su parte, la empresa nacional de energía eléctrica (Electrobras) le garantiza al proyecto la compra de hasta un 70% de la energía generada en un contrato (o PPA) de 20 años. En el corto plazo se comercializan las diferencias entre la energía contratada y la generada. Para apoyar el desarrollo tecnológico y el empleo nacional, una de las exigencias de la Ley es que un mínimo del 60% del coste del proyecto se base en costes locales.
Brasil lidera la expansión de energía eólica en América Latina, según datos difundidos el mes pasado por el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC, por su siglas en inglés), con una capacidad total instalada de 2.508 MW a diciembre de 2012. Sin embargo y como sucede con muchos países de la región, la Asociación Eólica de Brasil, Abeeolica, denuncia que a finales de 2013 podrían estar instalados 5,9 GW eólicos, de los que una sexta parte no se podrán conectar a la red. De ahí que pidan al gobierno, a la agencia de planificación energética, que planifique la ampliación de las redes teniendo en cuenta las regiones con mayor potencial de viento; siendo éstas Bahía, Río Grande do Norte, Río Grande do Sul, Piauí, Ceará y Pernambuco.
El país hasta la fecha no cuenta con una capacidad de generación solar destacable, en la actualidad existen 6 MW de potencia otorgada[7]. El motivo principal es que esta tecnología no podía presentarse a las subastas de energía que se denominan subastas A-X. Llamando A al año previsto para el inicio del suministro de energía, se definen tres tipos de subastas. Subastas A - 5 realizadas en el quinto año anterior al año A. Subastas A - 3 realizadas en el tercer año anterior al año A. Subastas A - 1 realizadas en el año anterior al año A de inicio del suministro. Esta tendencia está cambiando y en la próxima subasta A-3, para noviembre de 2013, se espera que haya alrededor de 500 MW para presentarse.
Otro de los países que están apostando fuertemente por las energías renovables es Chile, que a su vez, es uno de los que con mayor crecimiento económico se está destacando. Recientemente se ha promulgado la ley 20/25 que propicia la Ampliación de la Matriz Energética mediante Fuentes Renovables No Convencionales (ERNC), duplica la meta dispuesta en la Ley 20.257 y define que hacia el año 2025, un 20% de la energía comercializada deberá provenir de energías renovables no convencionales. Además, se introduce la obligatoriedad del Ministerio de Energía para llevar a cabo licitaciones públicas anuales de bloques de energía provenientes de medios de generación de energía renovable no convencional, que servirá para el cumplimiento de las cuotas de ERNC exigidas. Este cuerpo legal reducirá las barreras de entrada a estas tecnologías.
Esta ley, de cumplirse su objetivo, desencadenará importantes inversiones en el país, ya que en la actualidad la potencia instalada en ERNC es de un 6,06%[8]; en cuanto a la participación por tecnología, sigue liderando la bioenergía con 442 MW, de los cuales 404 MW corresponden a biomasa y 38 MW a biogás; seguido de mini hidráulica, con 323 MW instalados; eólico con 302 MW y finalmente, solar con 6,7 MW. En base a la información publicada por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, en el mes de septiembre ingresaron a evaluación un total de 722 MW, de los cuales 714 MW corresponden a 4 centrales solares y 7,7 a un proyecto mini hidráulico, lo que muestra el potencial crecimiento del sector solar a corto plazo en el país.
3.- CONCLUSIONES.
La región ha dado grandes pasos para sentar las bases de un desarrollo prometedor de este tipo de tecnologías, estableciendo marcos regulatorios firmes que dan confianza al inversionista internacional. No obstante, todavía es necesario, en mi opinión, desarrollar algunas acciones que mejoren el desarrollo definitivo de la industria de las energías renovables:
1. Realizar evaluaciones adicionales y detalladas del potencial  de recursos renovables en la región y ponerlas a disposición del público.
2. Evaluar los potenciales técnicos de recursos renovables contra las curvas actuales y futuras de carga de electricidad y aprovechar los recursos renovables, fijando objetivos de participación de energías limpias de forma explícita por tecnología, así como la definición de mecanismos internos para garantizar el cumplimiento de los mismos, junto con soluciones de eficiencia energética y red inteligente a través de un enfoque integrado de planificación energética.
3. Aumentar los esfuerzos para apoyar la investigación de energía renovable a nivel nacional y regional.
4. Incrementar las inversiones en la puesta en operación de nuevas redes de transporte nacionales, así como las interconexiones de éstos a nivel internacional.



[1] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
[2] Idem
[3] Sánchez, T. (2010). “The Hidden Energy Crisis, How Policies are Failing the World’s Poor”. Practical Action Publishing.
[4] Clean Air Institute
[5] Asociación Mexicana de Energía Eólica
[6] Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE)
[7] Agencia Nacional de Energía Eléctrica
[8] CER (Centro de Energías Renovables) Ministerio de Energía, Gobierno de Chile

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