1.- INTRODUCCIÓN
En el periodo
2001-2010, la región latinoamericana alcanzo un crecimiento económico anual
promedio de aproximadamente un 4,5%[1].
La CEPAL prevé
que para el 2013 la región tendrá un crecimiento económico promedio de 3%[2].
El crecimiento económico de los países lleva asociado el incremento en la
demanda energética en la mayoría de sus formas, incluyendo la electricidad.
Un gran desafío para la región es lograr un
desarrollo sostenible, combinando crecimiento económico, seguridad
energética, bienestar de las personas y cuidado por el medio ambiente. La
seguridad energética se está volviendo un tema crucial en las agendas de
políticas internas y externas debido al cambio climático, la contaminación del
aire en las grandes ciudades y a la fluctuación de los precios del petróleo que
impacta principalmente a los países en vías de desarrollo[3].
Las energías renovables (ER) juegan un papel importante en este
cometido ya que pueden reducir significativamente las emisiones de gases de
efecto invernadero en la generación de electricidad, en la disminución de
la contaminación del aire en ambientes urbanos, ya que ésta es primordialmente
el resultado de la quema de combustibles fósiles, tanto en el sector
transporte, como la generación de energía[4].
Del mismo modo, las energías renovables reducen también la dependencia de
combustibles importados. Debido a ello, varios
países de la región, particularmente en América del Sur, han puesto en marcha programas para
fomentar el uso de energías renovables no convencionales en la producción
de electricidad.
2.- PROGRAMAS DE
INCENTIVOS A LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN LA REGIÓN.
Debido a la gran
cantidad de naciones que conforman la región latinoamericana, vamos a
centrarnos en los tres países más dinámicos en la implementación de políticas y
marcos regulatorios para fomentar el uso de energías renovables en la zona:
Méjico, Brasil y Chile.
Uno de los
países más activos en la puesta en marcha de iniciativas impulsoras del
desarrollo de la puesta en operación de instalaciones de energías renovables es
Méjico.
El Marco Legal en Méjico ofrece una gran
variedad de posibilidades para el uso de fuentes renovables de energía en el sector
privado para la generación de energía eléctrica. Esto es posible,
principalmente, por la reforma de Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica
(LSPEE) publicada en 1992 la cual permite la participación del sector privado
en la generación de energía eléctrica para el autoconsumo y/o su venta a
terceros. Adicionalmente se publicó en 2008 la Ley para el Aprovechamiento de las Energías
Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética
(LAERFTE) que establece un marco específico y más favorable para dichos fuentes
de energía.
“La Ley de Promoción y Desarrollo de los
Bioenergéticos” (Biocombustibles), publicada el 1 de febrero de 2008, hace
evidente que en México el tema de los biocombustibles es relevante en función
del gran potencial para su desarrollo. Actualmente, la biomasa se está
utilizando para producir y aprovechar el biogás, y en algunas regiones del país
se están desarrollando mercados locales de biodiesel.
Méjico es uno de los países del mundo con
las condiciones más atractivas para las instalaciones fotovoltaicas, con
niveles de radiación entre 1700 y 2200 kWh/m2 y año. No obstante, el mercado fotovoltaico mexicano se encuentra todavía en una fase embrionaria de desarrollo, con
unos 50 MW instalados en todo el país. Esta situación va a cambiar en el corto
plazo con un crecimiento repentino de la capacidad fotovoltaica instalada. A
finales de 2012, más de 130 MW ya habían conseguido su licencia de generación y
a lo largo del período 2013-2014 entrarán en operación, como muestra la conclusión
de la planta más grande de Latinoamérica denominada Aura Solar I de 30 MW, y en
funcionamiento desde principios de Septiembre de 2013. En el mediano plazo, las
perspectivas son aún más optimistas: por ejemplo, la EPIA (European Photovoltaic
Industry Association) estima que el
mercado fotovoltaico mejicano podría llegar al menos a 1 GW en los próximos
cinco años, sobre todo si se aprueba la reforma energética que se está
debatiendo en el país y que dará entrada al sector privado en la generación.
El potencial
eólico del país no ha sido evaluado de manera exhaustiva. Se han realizado, sin
embargo, evaluaciones del recurso en regiones específicas. En particular el
Laboratorio Nacional de Energías Renovables de los Estados Unidos ha coordinado
la realización de mapas eólicos para Oaxaca, Baja California Sur, las costas de
Yucatán y de Quintana Roo y las franjas fronterizas de los estados de Baja
California, Sonora y Chihuahua.
En la actualidad existen en Méjico
alrededor de 1.500MW de potencia eólica instalada[5],
centrada prácticamente toda en la zona de Oaxaca, zona altamente privilegiada
con densidades de potencia del viento a 80 m . de altura[6]
superiores a 800W/m2.
En 1996 Brasil inicio un proceso de
reestructuración del sector eléctrico el cual resaltó la necesidad de dividir
los segmentos de generación, transmisión y distribución de electricidad como
así también incentivar la competencia en los segmentos de generación y
comercialización, y mantener bajo reglamentación del Estado a los sectores de
distribución y transmisión de energía eléctrica por ser considerados como
monopolios naturales. Este proceso llevó a la creación de un órgano regulador
(Agencia Nacional de Energía Eléctrica – ANEEL), de un operador para el sistema
eléctrico nacional (Operador Nacional del Sistema Eléctrico – ONS) y una
plataforma para la realización de las transacciones de compra-venta de energía
eléctrica (Mercado Mayorista de Energía Eléctrica – MAE).
El Programa de Incentivo a Fuentes
Alternativas de Energía (PROINFA) fue puesto en marcha en el 2002 para promover
la generación de electricidad a base de fuentes renovables en Brasil. El
programa fue creado por la Ley
10.438/02 y revisado por la Ley
10.762/03 y Ley 11.075/04, depende del Ministerio de Energía y Minas, con el objetivo de fomentar la instalación
de 3300 MW de fuentes renovables cuya producción será entregada al Sistema
Interconectado Nacional. La meta era llegar a cubrir el 6% de la generación
eléctrica de fuentes renovables (excluyendo grandes hidroeléctricas) para el año
2006, y el 10% en un plazo de 20 años.
Un factor
importante a destacar para el despegue de las ER en Brasil, es el apoyo que el
Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) brindó a este programa para financiar los
proyectos. Bajo este marco, el BNDES se encarga de apoyar, con una línea
especial de crédito, a los proyectos de inversión que persigan este fin,
financiando hasta el 70% de los mismos.
Por su parte,
los inversores deberán garantizar la financiación de, al menos, un 30% del
capital propio. Las condiciones de financiación consisten en una tasa de
interés a largo plazo, más un 2% de del coste de la operación de colocación de
la deuda y 1.5% por la prima de riesgo país; una carencia de repago de hasta 6
meses después de iniciada la operación comercial; amortización por 10 años y el
no pago de intereses durante la construcción de la planta. El BNDES dispuso de
un monto de 6 mil millones de reales para el apoyo financiero del PROINFA, y en
2006 amplió la financiación al 80% amortizable en 12 años.
Por su parte, la empresa nacional de energía eléctrica (Electrobras) le garantiza al proyecto la compra de
hasta un 70% de la energía generada en un contrato (o PPA) de 20 años. En el corto plazo se
comercializan las diferencias entre la energía contratada y la generada. Para
apoyar el desarrollo tecnológico y el empleo nacional, una de las exigencias de
la Ley es que un
mínimo del 60% del coste del proyecto se base en costes locales.
Brasil lidera la expansión de energía
eólica en América Latina, según datos difundidos el mes pasado por el
Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC, por su siglas en inglés), con una
capacidad total instalada de 2.508 MW a diciembre de 2012. Sin embargo y como
sucede con muchos países de la región, la Asociación Eólica
de Brasil, Abeeolica, denuncia que a finales de 2013 podrían estar instalados
5,9 GW eólicos, de los que una sexta parte no se podrán conectar a la red. De
ahí que pidan al gobierno, a la agencia de planificación energética, que
planifique la ampliación de las redes teniendo en cuenta las regiones con mayor
potencial de viento; siendo éstas Bahía, Río Grande do Norte, Río Grande do
Sul, Piauí, Ceará y Pernambuco.
El país hasta la fecha no cuenta con una
capacidad de generación solar destacable, en la actualidad existen 6 MW de
potencia otorgada[7].
El motivo principal es que esta tecnología no podía presentarse a las subastas
de energía que se denominan subastas A-X. Llamando A al año previsto para el
inicio del suministro de energía, se definen tres tipos de subastas. Subastas A
- 5 realizadas en el quinto año anterior al año A. Subastas A - 3 realizadas en
el tercer año anterior al año A. Subastas A - 1 realizadas en el año anterior
al año A de inicio del suministro. Esta
tendencia está cambiando y en la próxima subasta A-3, para noviembre de
2013, se espera que haya alrededor de
500 MW para presentarse.
Otro de los
países que están apostando fuertemente por las energías renovables es Chile, que a su vez, es uno de los que
con mayor crecimiento económico se está destacando. Recientemente se ha promulgado la ley 20/25 que propicia la Ampliación
de la Matriz Energética mediante Fuentes Renovables No Convencionales
(ERNC), duplica la meta dispuesta en la Ley 20.257 y define que hacia el año
2025, un 20% de la energía comercializada deberá provenir de energías
renovables no convencionales. Además, se introduce la obligatoriedad del
Ministerio de Energía para llevar a cabo licitaciones públicas anuales de
bloques de energía provenientes de medios de generación de energía renovable no
convencional, que servirá para el cumplimiento de las cuotas de ERNC exigidas.
Este cuerpo legal reducirá las barreras de entrada a estas tecnologías.
Esta ley, de cumplirse su objetivo,
desencadenará importantes inversiones en el país, ya que en la actualidad la
potencia instalada en ERNC es de un 6,06%[8];
en cuanto a la participación por tecnología, sigue liderando la bioenergía con
442 MW, de los cuales 404 MW corresponden a biomasa y 38 MW a biogás; seguido
de mini hidráulica, con 323 MW instalados; eólico con 302 MW y finalmente,
solar con 6,7 MW. En base a la información publicada por el Sistema de
Evaluación de Impacto Ambiental, en el mes de septiembre ingresaron a
evaluación un total de 722 MW, de los cuales 714 MW corresponden a 4 centrales
solares y 7,7 a un proyecto mini hidráulico, lo que muestra el potencial
crecimiento del sector solar a corto plazo en el país.
3.-
CONCLUSIONES.
La región ha dado grandes pasos para sentar
las bases de un desarrollo prometedor de este tipo de tecnologías, estableciendo
marcos regulatorios firmes que dan confianza al inversionista internacional. No
obstante, todavía es necesario, en mi opinión, desarrollar algunas acciones que
mejoren el desarrollo definitivo de la industria de las energías renovables:
1. Realizar
evaluaciones adicionales y detalladas del potencial de recursos renovables en la región y
ponerlas a disposición del público.
2. Evaluar los
potenciales técnicos de recursos renovables contra las curvas actuales y
futuras de carga de electricidad y aprovechar los recursos renovables, fijando objetivos
de participación de energías limpias de forma explícita por tecnología, así
como la definición de mecanismos internos para garantizar el cumplimiento de
los mismos, junto con soluciones de eficiencia energética y red inteligente a
través de un enfoque integrado de planificación energética.
3. Aumentar los
esfuerzos para apoyar la investigación de energía renovable a nivel nacional y
regional.
4. Incrementar
las inversiones en la puesta en operación de nuevas redes de transporte
nacionales, así como las interconexiones de éstos a nivel internacional.
[1]
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
[2] Idem
[3] Sánchez, T. (2010). “The Hidden
Energy Crisis, How Policies are Failing the World’s Poor”. Practical Action Publishing.
[4]
Clean Air Institute
[5]
Asociación Mexicana de Energía Eólica
[6]
Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE)
[7]
Agencia Nacional de Energía Eléctrica
[8]
CER (Centro de Energías Renovables) Ministerio de Energía, Gobierno de Chile
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